La medida, que forma parte de una batería de incrementos anunciados por la administración porteña para el 2022 que incluye aumentos del 45% en los peajes y del 51% en la Verificación Técnica Vehicular (VTV), fue duramente cuestionada en una audiencia pública.
El Gobierno porteño confirmó este jueves la suba del 50% de la tarifa del estacionamiento medido en la Ciudad de Buenos Aires, que pasará a costar desde $45 la hora -contra los $30 actuales- en la vía pública, en una audiencia en la que el sistema recibió cuestionamientos por ser considerado "obsoleto".
La medida forma parte de una batería de incrementos anunciados por la administración porteña para el 2022 que incluye aumentos del 45% en los peajes en las autopistas locales y del 51% en la Verificación Técnica Vehicular (VTV), que se sumarán a la ya vigente del 30% para taxis.
El caso del estacionamiento en la vía pública fue abordado durante una audiencia pública convocada por el Ente Regulador de los Servicios Públicos, de la cual participaron funcionarios de la Ciudad, representantes de los usuarios y de la Defensoría del Pueblo local.
Según datos del Ente, "la función del estacionamiento medido es ordenar el tránsito en las zonas del micro y macro centro de la Ciudad y ampliar los espacios de estacionamiento tarifado, y así permitir la rotación de vehículos estacionados en la vía pública y mejorar la circulación".
Actualmente el estacionamiento tarifado funciona mediante 123 máquinas tickeadoras, que operan de lunes a viernes de 8 a 21 y los sábados de 8 a 13; mientras que los domingos el uso del espacio es gratuito.
En la audiencia, Juan Pablo Laiseca, gerente operativo del área de Estacionamiento Ordenado y Regulación del Cordón, sostuvo que "viendo las tarifas existentes en otras ciudades y los precios de los garajes comerciales, es que proponemos un aumento del 50%" y adelantó que "parece conveniente" que su implementación sea desde enero, aunque no precisó la fecha exacta.
Por su parte, Norberto Darcy, secretario general de la Defensoría del Pueblo porteña, aseguró que "el momento elegido para impulsar la sucesión de aumentos que impactan en usuarios de autos es inoportuno" y agregó que "lo atinado sería esperar algunos meses o escalonar las subas".
Por otra parte, advirtió que "la calidad y la eficiencia en el servicio actual son muy malas" ya que "las máquinas expendedoras de tickets son obsoletas y el sistema de cospeles es tortuoso".
A su turno, María José Lubertino, ex legisladora y representante de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, coincidió en calificar como "un mal servicio" que representa "una peripecia cotidiana para los usuarios"; al tiempo que exigió "la continuidad de la gratuidad del estacionamiento mientras dure la pandemia".
"Están exponiendo a que personas mayores tengan que viajar en transporte público por la imposibilidad de estacionar", advirtió.
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